miércoles, 13 de abril de 2011

Dejamos de vernos, Jose Pablo Feinmann


Anticipo. Un capítulo del libro El flaco, trabajo donde José Pablo Feinmann volcó sus diálogos con Néstor Kirchner desde 2003 hasta 2006


Antes –no recuerdo la fecha– fui todavía a una cena íntima en la Quinta de Olivos. Estaban Pepe y el querido Carlos Zanini, un tipo de una simpatía y una inteligencia arrolladoras. En el viaje a Venezuela le gastaba una broma a Pepe. Si aparecía Zanini lo agarraba del brazo y se lo exhibía.
–Mirá, Pepe. Ya que vos nunca fuiste peronista es hora de que conozcas a un auténtico negro peronista.
Zanini reventaba de la risa. ¡Y había sido maoísta! Pero tiene esa facha de "morocho sudamericano" entrañable. Lo quiero mucho. En esa cena habló bastante. De pronto, miro mi reloj y son las 0.5 del nuevo día.
–¿Saben algo? –digo–. Acabo de cumplir años.
Era 29 de marzo.
Cristina no dijo una palabra. Se levantó, salió del comedor y volvió con dos mozos y dos botellas de champán. Qué buen gesto. Todos brindaron por mi cumpleaños. Y recuerdo muy especialmente la cara de Néstor. Alzaba mucho su copa y me miraba a los ojos y sonreía satisfecho. Esa imagen queda en mí.
La última vez que nos vimos (ya después de la "separación") fue en una cena por el lanzamiento de la candidatura de Cristina. Estaba medio país. Hasta Morales Solá. Los de La Nación me dijeron que tenían un bloque progresista en el diario, aparte de todo lo demás. Especialmente fuera del área de influencia de Escribano. Que cuando quisiera escribir ahí tenía las puertas abiertas. Después de la "125" todo eso murió.
La cosa termina y se apagan muchas luces. Bajamos una escalera larga un montón de personas que no nos vemos muy bien. De pronto, al lado mío está Néstor.
–Presidente, tanto tiempo. ¿Cómo estás?
Me vio y dijo:
–¡Uy! ¿Qué hacés? Che, Cristina, mirá quién está.
Cristina –que estaba un escalón más abajo– me vio y con esa voz clara y con esa dicción perfecta, dice:
–¿Qué tal José Pablo, cómo te va?
Nos dimos un beso y seguimos hasta abajo charlando. Ahí nos despedimos. Y entonces sí: no lo vi más.

El Flaco. Diálogos irreverentes con Néstor Kirchner
Autor: José Pablo Feinmann

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