viernes, 11 de noviembre de 2011

SIMPLEMENTE BAIROLETTO


Gaucho Bairoletto o Baioleto o Juancito Bairoletto, se le rinde culto en distintos pueblos de Argentina: en las Provincias de Córdoba, San Luis, Mendoza y San Juan.

Juan Bautista Bairoletto nació el 11 de Noviembre de 1894, como tantos otros "gauchos" es una especie de adaptación del personaje Robin Hood, era "bueno para los pobres" y "malo para los ricos" su muerte violenta trajo aparejado el culto que se manifiesta especialmente los días 2 y 11 de Noviembre de cada año, en que sus "devotos" encienden velas en la tumba, costeada por colecta popular y le piden desde trabajo y salud hasta la solución de problemas sentimentales, taras una vida entre el heroísmo y la delincuencia, amado o combatido por distintos grupos sociales, según las circunstancias de la época.

Murió en un tiroteo con una partida policial el 14 de Septiembre de 1941.
Historia
Hijo de una pareja de inmigrantes italianos, Juan Bautista Bairoletto fue el segundo de seis hijos. Nació en Santa Fe el 11 de noviembre de 1894. Su familia se radicó en la provincia de La Pampa, en una zona triguera que abarcaba Castex y Monte Nuevo. Desde joven tuvo problemas con la policía, fue acusado de homicidio y encarcelado hasta 1921. Se movía por ambientes peligrosos como casas de juego y prostíbulos. Fue asaltante de caminos, sosteniendo tiroteos con la policía de Castex y otras localidades de La Pampa y provincias vecinas. Era considerado el vengador de los sufrimientos de sus amigos y su figura de justiciero fuera de la ley hace que se vuelva popular, convirtiéndose en un mito.

La gente lo ayudaba a huir, y cuando se refugiaba en un lugar le hacían llegar mensajes para prevenirlo, le proporcionaban alimentos, abrigo y cuidados. Como corresponde a la leyenda robaba a los ricos y ayudaba a los pobres, repartiendo lo obtenido entre sus amigos, protectores y gente necesitada.

En la década de 1930, se lo hacía responsable de cualquier asalto o muerte ocurrida, pero parecía un fantasma que la policía perseguía sin resultados. A principios de los años cuarenta se organiza una persecución dispuesta a terminar con él. Lo sorprendieron y le dieron muerte en la madrugada del 14 de septiembre de 1941, en General Alvear, Mendoza. Lo velaron en el Comité Demócrata de dicha localidad. A su funeral asistieron miles de personas llegadas desde La Pampa. Sus restos descansan en el cementerio de la localidad dónde murió, en un pequeño mausoleo levantado con las contribuciones de sus fieles. Concurren hombres y mujeres que ofrendan flores, crucifijos, placas y objetos diversos para pedirle que proteja sus familias, trabajo, salud, amor, etc. Algunos devotos recorren de rodillas la distancia entre la entrada del cementerio y su tumba. Aún hoy, algunos pampeanos se ufanan de que sus abuelos hubieran "protegido" a Bairoletto y recuerdan anécdotas vinculadas a este gaucho.

Bairoletto fue el último "gaucho alzado" que marca el fin de una época. Muere en los albores de una nueva Argentina con industrias, con sindicatos y vida predominantemente urbana en la que durante largo tiempo no volvió a repetirse el fenómeno.

lunes, 11 de julio de 2011

Carta a mis amigos


Hoy se cumplen tres meses de la muerte de mi hija, María Victoria, después de un combate con fuerzas del Ejército. Sé que aquéllos que la conocieron la han llorado. Otros, que han sido mis amigos o me han conocido de lejos, hubieran querido hacerme llegar una voz de consuelo. Me dirijo a ellos para agradecerles pero también para explicarles cómo murió Vicki y por qué murió.

El comunicado del Ejército que publicaron los diarios no difiere demasiado, en esta oportunidad, de los hechos. Efectivamente, Vicki era oficial 2° de la Organización Montoneros, responsable de la prensa sindical, y su nombre de guerra era Hilda. Efectivamente estaba reunida ese día con cuatro miembros de la Secretaría Política que combatieron y murieron como ella.

La forma en que ingresó a Montoneros no la conozco en detalle. A los 22 años, edad de su posible ingreso, se distinguía por decisiones firmes y claras. Por esa época comenzó a trabajar en el diario "La Opinión" y en un tiempo muy breve se convirtió en periodista. El periodismo en sí no le interesaba. Sus compañeros la eligieron delegada sindical. Cómo tal debió enfrentar en un conflicto difícil al director del diario, Jacobo Timerman, a quien despreciaba profundamente. El conflicto se perdió y cuando Timerman empezó a denunciar como guerrilleros a sus propios periodistas, ella pidió licencia y no volvió más.

Fue a militar a una villa miseria. Era su primer contacto con la pobreza extrema en cuyo nombre combatía. Salió de esa experiencia convertida a un ascetismo que impresionaba. Su marido, Emiliano Costa, fue detenido a principios de 1975 y no lo vio más. La hija de ambos nació poco después. El último año de vida de mi hija fue muy duro. El sentido del deber la llevó a relegar toda satisfacción individual, a empeñarse mucho más allá de sus fuerzas físicas. Como tantos muchachos que repentinamente se volvieron adultos, anduvo a los saltos, huyendo de casa en casa. No se quejaba, sólo su sonrisa se volvía más desvaída. En las últimas semanas varios de sus compañeros fueron muertos: no pudo detenerse a llorarIos. La embargaba una terrible urgencia por crear medios de comunicación en el frente sindical que era su responsabilidad.

Nos veíamos una vez por semana, cada quince días. Eran entrevistas cortas, caminando por la calle, quizá diez minutos en el banco de una plaza. Hacíamos planes para vivir juntos, para tener una casa donde hablar, recordar, estar juntos en silencio. Presentíamos, sin embargo que eso no iba a ocurrir, que uno de esos fugaces encuentros iba a ser el último, y nos despedíamos simulando valor, consolándonos de la anticipada pérdida.

Mi hija no estaba dispuesta a entregarse con vida. Era una decisión madurada, razonada. Conocía, por infinidad de testimonios, el trato que dispensan los militares y marinos a quienes tienen la desgracia de caer prisioneros: el despellejamiento en vida, la mutilación de miembros, la tortura sin límite en el tiempo ni en el método, que procura al mismo tiempo la degradación moral, la delación. Sabía perfectamente que en una guerra de esas características, el pecado no era no hablar, sino caer. Llevaba siempre encima una pastilla de cianuro, la misma con que se mató nuestro amigo Paco Urondo, con la que tantos otros han obtenido una última victoria sobre la barbarie.

El 28 de setiembre, cuando entró en la casa de la calle Corro, cumplía 26 años. Llevaba en brazos a su hija porque a último momento no encontró con quién dejada. Se acostó con ella, en camisón. Usaba unos absurdos camisones blancos que siempre le quedaban grandes.
A las siete del 29 la despertaron los altavoces del Ejército, los primeros tiros. Siguiendo el plan de defensa acordado, subió a la terraza con el secretario político, Molina, mientras Coronel, Salame y Beltrán respondían al fuego desde la planta baja.

He visto la escena con sus ojos: la terraza sobre las casas bajas, el cielo amanecido, y el cerco. El cerco de 150 hombres, los FAP emplazados, el tanque. Me ha llegado el testimonio de uno de esos hombres, un conscripto.

"El combate duró más de una hora y media. Un hombre y una muchacha tiraban desde arriba. Nos llamó la atención la muchacha porque cada vez que tiraba una ráfaga y nosotros nos zambullíamos, ella se reía."
He tratado de entender esa risa. La metralleta era una Halcón y mi hija nunca había tirado con ella, aunque conociera su manejo por las clases de instrucción. Las cosas nuevas, sorprendentes, siempre la hicieron reír. Sin duda era nuevo y sorprendente para ella que ante una simple pulsación del dedo brotara una ráfaga y que ante esa ráfaga 150 hombres se zambulleran sobre los adoquines, empezando por el coronel Roualdes, jefe del operativo.

A los camiones y el tanque se sumó un helicóptero que giraba alrededor de la terraza, contenido por el fuego. "De pronto, dice el soldado, hubo un silencio. La muchacha dejó la metralleta, se asomó de pie sobre el parapeto y abrió los brazos. Dejamos de tirar sin que nadie lo ordenara y pudimos verla bien. Era flaquita, tenía el pelo corto y estaba en camisón. Empezó a hablamos en voz alta pero muy tranquila. No recuerdo todo lo que dijo.
'Ustedes no nos matan' dijo el hombre 'nosotros elegimos morir'. Entonces se llevaron una pistola a la sien y se mataron enfrente de todos nosotros."

Abajo ya no había resistencia. El coronel abrió la puerta y tiró dos granadas. Después entraron los oficiales. Encontraron a una nena de algo más de un año, sentadita en una cama, y cinco cadáveres.

En el tiempo transcurrido he reflexionado sobre esa muerte. Me he preguntado si mi hija, si todos los que mueren como ella, tenían otro camino. La respuesta brota de lo más profundo de mi corazón y quiero que mis amigos la conozcan. Vicki pudo elegir otros caminos que eran distintos sin ser deshonrosos, pero el que eligió era el más justo, el más generoso, el más razonado. Su lúcida muerte es una síntesis de su corta, hermosa vida. No vivió para ella: vivió para otros, y esos otros son millones.

Su muerte sí, su muerte fue gloriosamente suya, y en ese orgullo me afirmo y soy yo quien renace de ella.
Esto es lo que quería decir a mis amigos y lo que desearía de ellos es que lo transmitieran a otros por los medios que su bondad les dicte.

Rodolfo Walsh, diciembre de 1976

domingo, 22 de mayo de 2011

LAS 20 VERDADES PERONISTAS


1º) La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo.

2º) El peronismo es esencialmente popular. Todo circulo político es antipopular y, por lo tanto, no peronista.

3º) El peronista trabaja para el MOVIMIENTO. El que en su nombre sirve a un circulo, o a un caudillo; lo es sólo de nombre.

4º) No existe para el peronismo más que una sola clase de hombres: los que trabajan.

5º) En la NUEVA ARGENTINA el trabajo es un derecho, y es un deber, porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume.

6º)Para un peronista no puede haber nada mejor que otro peronista.

7º)Ningún peronista debe sentirse más de lo que es ni menos de lo que debe ser. Cuando un peronista comienza a sentirse más de lo que es, empieza a convertirse en oligarca.

8º) En la acción política la escala de valores de todo peronista es la siguiente: Primero la Patria, después el Movimiento y luego los hombres.

9º) La política no es para nosotros un fin, sino solo el medio para el bien de la Patria, que es la felicidad de sus hijos y la grandeza nacional.

10º) Los dos brazos del peronismo son la justicia social y la ayuda social. Con ellos damos al pueblo un abrazo de justicia y amor.

11º) El peronismo anhela la unidad nacional y no la lucha. Desea héroes pero no mártires.

12º) En la NUEVA ARGENTINA los únicos privilegiados son los niños.

13º) Un gobierno sin doctrina es un cuerpo sin alma. Por eso el peronismo tiene una doctrina política, económica y social: el Justicialismo.

14º) El Justicialismo es una nueva filosofía de la vida, simple, práctica, popular, profundamente cristiana y profundamente humanista.

15º) Como doctrina política, el Justicialismo realiza el equilibrio del derecho del individuo con el de la comunidad.

16º) Como doctrina económica, el Justicialismo realiza la economía social, poniendo el capital al servicio de la economía y esta al servicio del bienestar social.

17º) Como doctrina social el Justicialismo realiza la justicia social, que da a cada persona su derecho en función social.

18º) Queremos una Argentina socialmente Justa, económicamente Libre y políticamente Soberana.

19º) Constituimos un gobierno centralizado, un estado organizado y un pueblo libre.

20º) En esta tierra lo mejor que tenemos es el pueblo.

(Juan D. Perón)

jueves, 19 de mayo de 2011

Esa Mujer, Rodolfo J Walsh


El coronel elogia mi puntualidad:
­Es puntual como los alemanes ­dice.
­O como los ingleses.
El coronel tiene apellido alemán.
Es un hombre corpulento, canoso, de cara ancha, tostada.
­He leído sus cosas ­propone­. Lo felicito.
Mientras sirve dos grandes vasos de whisky, me va informando, casualmente, que tiene veinte años de servicios de informaciones, que ha estudiado filosofía y letras, que es un curioso del arte. No subraya nada, simplemente deja establecido el terreno en que podemos operar, una zona vagamente común.
Desde el gran ventanal del décimo piso se ve la ciudad en el atardecer, las luces pálidas del río. Desde aquí es fácil amar, siquiera momentáneamente, a Buenos Aires. Pero no es ninguna forma concebible de amor lo que nos ha reunido.
El coronel busca unos nombres, unos papeles que acaso yo tenga.
Yo busco una muerta, un lugar en el mapa. Aún no es una búsqueda, es apenas una fantasía: la clase de fantasía perversa que algunos sospechan que podría ocurrírseme.
Algún día (pienso en momentos de ira) iré a buscarla. Ella no significa nada para mí, y sin embargo iré tras el misterio de su muerte, detrás de sus restos que se pudren lentamente en algún remoto cementerio. Si la encuentro, frescas altas olas de cólera, miedo y frustrado amor se alzarán, poderosas vengativas olas, y por un momento ya no me sentiré solo, ya no me sentiré como una arrastrada, amarga, olvidada sombra.
El coronel sabe dónde está.
Se mueve con facilidad en el piso de muebles ampulosos, ornado de marfiles y de bronces, de platos de Meissen y Cantón. Sonrío ante el Jongkind falso, el Fígari dudoso. Pienso en la cara que pondría si le dijera quién fabrica los Jongkind, pero en cambio elogio su whisky.
El bebe con vigor, con salud, con entusiasmo, con alegría, con superioridad, con desprecio. Su cara cambia y cambia, mientras sus manos gordas hacen girar el vaso lentamente.
­Esos papeles ­dice.
Lo miro.
­Esa mujer, coronel.
Sonríe.
­Todo se encadena ­filosofa.
A un potiche de porcelana de Viena le falta una esquirla en la base. Una lámpara de cristal está rajada. El coronel, con los ojos brumosos y sonriendo, habla de la bomba.
­La pusieron en el palier. Creen que yo tengo la culpa. Si supieran lo que he hecho por ellos, esos roñosos.
­¿Mucho daño? ­pregunto. Me importa un carajo.
­Bastante. Mi hija. La he puesto en manos de un psiquiatra. Tiene doce años ­dice.
El coronel bebe, con ira, con tristeza, con miedo, con remordimiento.
Entra su mujer, con dos pocillos de café.
Contale vos, Negra.
Ella se va sin contestar; una mujer alta, orgullosa, con un rictus de neurosis. Su desdén queda flotando como una nubecita.
­La pobre quedó muy afectada ­explica el coronel­. Pero a usted no le importa esto.
­¡Cómo no me va a importar!... Oí decir que al capitán N y al mayor X también les ocurrió alguna desgracia después de aquello.
El coronel se ríe.
­La fantasía popular -dice-. Vea cómo trabaja. Pero en el fondo no inventan nada. No hacen más que repetir.
Enciende un Marlboro, deja el paquete a mi alcance sobre la mesa.
-Cuénteme cualquier chiste -dice.
Pienso. No se me ocurre.
­Cuénteme cualquier chiste político, el que quiera, y yo le demostraré que estaba inventado hace veinte años, cincuenta años, un siglo. Que se usó tras la derrota de Sedán, o a propósito de Hindenburg, de Dollfuss, de Badoglio.
-¿Y esto?
­La tumba de Tutankamón -dice el coronel-. Lord Carnavon. Basura.
El coronel se seca la transpiración con la mano gorda y velluda.
-Pero el mayor X tuvo un accidente, mató a su mujer.
­¿Qué más? ­dice, haciendo tintinear el hielo en el vaso.
-Le pegó un tiro una madrugada.
­La confundió con un ladrón ­sonríe el coronel . Esas cosas ocurren.
­Pero el capitán N. . .
­Tuvo un choque de automóvil, que lo tiene cualquiera, y más él, que no ve un caballo ensillado cuando se pone en pedo.
­¿Y usted, coronel?
­Lo mío es distinto ­dice­. Me la tienen jurada.
Se para, da una vuelta alrededor de la mesa.
­Creen que yo tengo la culpa. Esos roñosos no saben lo que yo hice por ellos. Pero algún día se va a escribir la historia. A lo mejor la va a escribir usted.
­Me gustaría.
­Y yo voy a quedar limpio, yo voy a quedar bien. No es que me importe quedar bien con esos roñosos, pero sí ante la historia, ¿comprende?
­Ojalá dependa de mí, coronel.
­Anduvieron rondando. Una noche, uno se animó. Dejó la bomba en el palier y salió corriendo.
Mete la mano en una vitrina, saca una figurita de porcelana policromada, una pastora con un cesto de flores.
-Mire.
A la pastora le falta un bracito.
­Derby -dice. Doscientos años.
La pastora se pierde entre sus dedos repentinamente tiernos. El coronel tiene una mueca de fierro en la cara nocturna, dolorida.
­¿Por qué creen que usted tiene la culpa?
­Porque yo la saqué de donde estaba, eso es cierto, y la llevé donde está ahora, eso también es cierto. Pero ellos no saben lo que querían hacer, esos roñosos no saben nada, y no saben que fui yo quien lo impidió.
El coronel bebe, con ardor, con orgullo, con fiereza, con elocuencia, con método.
-Porque yo he estudiado historia. Puedo ver las cosas con perspectiva histórica. Yo he leído a Hegel.
­¿Qué querían hacer?
­Fondearla en el río, tirarla de un avión, quemarla y arrojar los restos por el inodoro, diluirla en ácido. ¡Cuanta basura tiene que oír uno! Este país está cubierto de basura, uno no sabe de dónde sale tanta basura, pero estamos todos hasta el cogote.
­Todos, coronel. Porque en el fondo estamos de acuerdo, ¿no? Ha llegado la hora de destruir. Habría que romper todo.
-Y orinarle encima.
­Pero sin remordimientos, coronel. Enarbolando alegremente la bomba y la picana. ¡Salud! -digo levantando el vaso.
No contesta. Estamos sentados junto al ventanal. Las luces del puerto brillan azul mercurio. De a ratos se oyen las bocinas de los automóviles, arrastrándose lejanas como las voces de un sueño. El coronel es apenas la mancha gris de su cara sobre la mancha blanca de su camisa.
­Esa mujer ­le oigo murmurar­. Estaba desnuda en el ataúd y parecía una virgen. La piel se le había vuelto transparente. Se veían las metástasis del cáncer, como esos dibujitos que uno hace en una ventanilla mojada.
El coronel bebe. Es duro.
­Desnuda ­dice­. Éramos cuatro o cinco y no queríamos mirarnos. Estaba ese capitán de navío, y el gallego que la embalsamó, y no me acuerdo quién más. Y cuando la sacamos del ataúd -el coronel se pasa la mano por la frente­, cuando la sacamos, ese gallego asqueroso...
Oscurece por grados, como en un teatro. La cara del coronel es casi invisible. Sólo el whisky brilla en su vaso, como un fuego que se apaga despacio. Por la puerta abierta del departamento llegan remotos ruidos. La puerta del ascensor se ha cerrado en la planta baja, se ha abierto más cerca. El enorme edificio cuchichea, respira, gorgotea con sus cañerías, sus incineradores, sus cocinas, sus chicos, sus televisores, sus sirvientas, Y ahora el coronel se ha parado, empuña una metralleta que no le vi sacar de ninguna parte, y en puntas de pie camina hacia el palier, enciende la luz de golpe, mira el ascético, geométrico, irónico vacío del palier, del ascensor, de la escalera, donde no hay absolutamente nadie y regresa despacio, arrastrando la metralleta.
­Me pareció oír. Esos roñosos no me van a agarrar descuidado, como la vez pasada.
Se sienta, más cerca del ventanal ahora. La metralleta ha desaparecido y el coronel divaga nuevamente sobre aquella gran escena de su vida.
­...se le tiró encima, ese gallego asqueroso. Estaba enamorado del cadáver, la tocaba, le manoseaba los pezones. Le di una trompada, mire -el coronel se mira los nudillos­, que lo tiré contra la pared. Está todo podrido, no respetan ni a la muerte. ¿Le molesta la oscuridad?
­No.
­Mejor. Desde aquí puedo ver la calle. Y pensar. Pienso siempre. En la oscuridad se piensa mejor.
Vuelve a servirse un whisky.
­Pero esa mujer estaba desnuda -dice, argumenta contra un invisible contradictor-. Tuve que taparle el monte de Venus, le puse una mortaja y el cinturón franciscano.
Bruscamente se ríe.
­Tuve que pagar la mortaja de mi bolsillo. Mil cuatrocientos pesos. Eso le demuestra, ¿eh? Eso le demuestra.
Repite varias veces "Eso le demuestra", como un juguete mecánico, sin decir qué es lo que eso me demuestra.
-Tuve que buscar ayuda para cambiarla de ataúd. Llamé a unos obreros que había por ahí. Figúrese como se quedaron. Para ellos era una diosa, qué sé yo las cosas que les meten en la cabeza, pobre gente.
­¿Pobre gente?
­Sí, pobre gente.­El coronel lucha contra una escurridiza cólera interior­. Yo también soy argentino.
­Yo también, coronel, yo también. Somos todos argentinos.
­Ah, bueno ­dice.
­¿La vieron así?
­Sí, ya le dije que esa mujer estaba desnuda. Una diosa, y desnuda, y muerta. Con toda la muerte al aire, ¿sabe? Con todo, con todo...
La voz del coronel se pierde en una perspectiva surrealista, esa frasecita cada vez más rémova encuadrada en sus líneas de fuga, y el descenso de la voz manteniendo una divina proporción o qué. Yo también me sirvo un whisky.
­Para mí no es nada -dice el coronel­. Yo estoy acostumbrado a ver mujeres desnudas. Muchas en mi vida. Y hombres muertos. Muchos en Polonia, el 39. Yo era agregado militar, dése cuenta.
Quiero darme cuenta, sumo mujeres desnudas más hombres muertos, pero el resultado no me da, no me da, no me da... Con un solo movimiento muscular me pongo sobrio, como un perro que se sacude el agua.
­A mí no me podía sorprender. Pero ellos...
­¿Se impresionaron?
­Uno se desmayó. Lo desperté a bofetadas. Le dije: "Maricón, ¿ésto es lo que hacés cuando tenés que enterrar a tu reina? Acordate de San Pedro, que se durmió cuando lo mataban a Cristo." Después me agradeció.
Miró la calle. "Coca" dice el letrero, plata sobre rojo. La pupila inmensa crece, círculo rojo tras concéntrico círculo rojo, invadiendo la noche, la ciudad, el mundo. "Beba".
­Beba ­dice el coronel.
Bebo.
­¿Me escucha?
-Lo escucho.
Le cortamos un dedo.
­¿Era necesario?
El coronel es de plata, ahora. Se mira la punta del índice, la demarca con la uña del pulgar y la alza.
­Tantito así. Para identificarla.
-¿No sabían quién era?
Se ríe. La mano se vuelve roja. "Beba".
­Sabíamos, sí. Las cosas tienen que ser legales. Era un acto histórico, ¿comprende?
­Comprendo.
-La impresión digital no agarra si el dedo está muerto. Hay que hidratarlo. Más tarde se lo pegamos.
­¿Y?
­Era ella. Esa mujer era ella.
­¿Muy cambiada?
­No, no, usted no me entiende. lgualita. Parecía que iba a hablar, que iba a... Lo del dedo es para que todo fuera legal. El profesor R. controló todo, hasta le sacó radiografías.
­¿El profesor R.?
-Sí. Eso no lo podía hacer cualquiera. Hacía falta alguien con autoridad científica, moral.
En algún lugar de la casa suena, remota, entrecortada, una campanilla. No veo entrar a la mujer del coronel, pero de pronto esta ahí, su voz amarga, inconquistable.
­¿Enciendo?
­No.
­Teléfono.
­Deciles que no estoy.
Desaparece.
­Es para putearme ­explica el coronel-. Me llaman a cualquier hora. A las tres de la madrugada, a las cinco.
-Ganas de joder ­digo alegremente.
­Cambié tres veces el número del teléfono. Pero siempre lo averiguan.
­¿Qué le dicen?
­Que a mi hija le agarre la polio. Que me van a cortar los huevos. Basura.
Oigo el hielo en el vaso, como un cencerro lejano.
­Hice una ceremonia, los arengué. Yo respeto las ideas, les dije. Esa mujer hizo mucho por ustedes. Yo la voy a enterrar como cristiana. Pero tienen que ayudarme.
El coronel está de pie y bebe con coraje, con exasperación, con grandes y altas ideas que refluyen sobre él como grandes y altas olas contra un peñasco y lo dejan intocado y seco, recortado y negro, rojo y plata.
­La sacamos en un furgón, la tuve en Viamonte, después en 25 de Mayo, siempre cuidándola, protegiéndola, escondiéndola. Me la querían quitar, hacer algo con ella. La tapé con una lona, estaba en mi despacho, sobre un armario, muy alto. Cuando me preguntaban qué era, les decía que era el transmisor de Córdoba, la Voz de la Libertad.
Ya no sé dónde está el coronel. El reflejo plateado lo busca, la pupila roja. Tal vez ha salido. Tal vez ambula entre los muebles. El edificio huele vagamente a sopa en la cocina, colonia en el baño, pañales en la cuna, remedios, cigarrillos, vida, muerte.
-Llueve -dice su voz extraña.
Miro el cielo: el perro Sirio, el cazador Orión.
­Llueve día por medio ­dice el coronel-. Día por medio llueve en un jardín donde todo se pudre, las rosas, el pino, el cinturón franciscano.
Dónde, pienso, dónde.
­¡Está parada! -grita el coronel­. ¡La enterré parada, como Facundo, porque era un macho!
Entonces lo veo, en la otra punta de la mesa. Y por un momento, cuando el resplandor cárdeno lo baña, creo que llora, que gruesas lágrimas le resbalan por la cara.
­No me haga caso -dice, se sienta­. Estoy borracho.
Y largamente llueve en su memoria.
Me paro, le toco el hombro.
­¿Eh? -dice­ ¿Eh? -dice.
Y me mira con desconfianza, como un ebrio que se despierta en un tren desconocido.
-¿La sacaron del país?
-Sí.
­¿La sacó usted?
­Sí.
-¿Cuántas personas saben?
­DOS.
­¿El Viejo sabe?
Se ríe.
-Cree que sabe.
­¿Dónde?
No contesta.
­Hay que escribirlo, publicarlo.
­Sí. Algún día.
Parece cansado, remoto.
­¡Ahora! ­me exaspero­. ¿No le preocupa la historia? ¡Yo escribo la historia, y usted queda bien, bien para siempre, coronel!
La lengua se le pega al paladar, a los dientes.
-Cuando llegue el momento... usted será el primero...
­No, ya mismo. Piense. Paris Match. Life. Cinco mil dólares. Diez mil. Lo que quiera.
Se ríe.
­¿Dónde, coronel, dónde?
Se para despacio, no me conoce. Tal vez va a preguntarme quién soy, qué hago ahí.
Y mientras salgo derrotado, pensando que tendré que volver, o que no volveré nunca. Mientras mi dedo índice inicia ya ese infatigable itinerario por los mapas, uniendo isoyetas, probabilidades, complicidades. Mientras sé que ya no me interesa, y que justamente no moveré un dedo, ni siquiera en un mapa, la voz del coronel me alcanza como una revelación.
­Es mía -dice simplemente­. Esa mujer es mía.

Rodolfo j Walsh

Corso, Rodolfo J. Walsh



Vos sabés cómo nos divertimos, el corso era un asco pero nosotros nos divertimos igual. El Ángel se consiguió unos plumachos, diceque los trajo de la isla y que crecen en una planta, pero eran como plumasde avestruz. Después me fijé que en un quiosco los vendían a veinte sopes cada uno, qué atorrantes, imaginate que esas cosas crecen en los árboles y los tipos las venden a veinte mangos.
Hacía un tornillo que te la debo, pero igual las minas andaban casi en bolas en las carrozas, yo siempre digo que estas ñatas con tal de andar en
bolas hacen cualquier cosa. El Ángel y yo empezamos a pasarles los plumachos por las gambas, vos sabés qué plato. A las tipas les gustaba, pero algunas ponían cara seria para disimular, vamos, viejo, a quién no le gusta que le hagan cosquillitas. Un jetón que iba en una picá llena de florcitas le dijo al Ángel por qué no se las metés a tu abuela y el Ángel le refregó el plumacho por la cara. El tipo hizo como que se bajaba pero cuando nos vio las caras subió el vidrio y la dejó a la hermanita en el capó y el Ángel le rompió tres plumachos entre las gambas, estuvo exagerado.
Pero lo grande fue cuando vino el hindú en un forcito del tiempo e mama. Este hindú venía todo desnudo, menos un calzoncillo cerradito y un turbante en el melón con una piedra divina, te lo juro. Iba sentado en el capó, con las patas cruzadas, seguro que lo vio en el cine. Con una
mano se agarraba la barriga, y con la otra se tocaba la piedra del melón y después el pecho y saludaba, hablando bajito en un idioma. Pero lo mejor que hacía este hindú era que en cada bocacalle se tomaba un trago de un frasquito, prendía un fósforo y escupía unas llamaradas de samputa.
Cuando el Ángel lo vio, se quedó enloquecido y empezamos a seguirlo.
Yo le decía dejáme de joder, mirá las minas, y el Ángel nada, el hindú lo tenía entusiasmado, lo miraba de arriba abajo como si fuera Nélida
Roca. Ahí supe que iba a hacer una cagada, porque el Ángel será lo que vos quieras, menos eso.
Cuando quise acordar estábamos frente al palco el hindú con el forcito y al lado el Ángel y yo detrás. Entonces el hindú mirando el palco donde estaba el intendente, echa la cabeza para atrás y se manda un trago doble de la nasta, y mirando al cielo se arrima el foforito. Y en eso lo veo al
Ángel que levanta el plumacho y lo toca justito en el hueso de la garganta, y el hindú empieza a escupir fuego hasta por los ojos y se siente un olor a bife que no te cuento, el hindú parece que se quema, y yo hago lugar para los bomberos, o sea que me rajo. Y por la otra vereda lo veo al hindú que lo corre al Ángel, y ya no le habla en el idioma sino que le dice la puta que te parió, la puta que te parió, y menos mal que no lo agarra porque si no
lo mata. Al rato nos encontramos con el Ángel en la estación, el Ángel hace como que me habla en el idioma, y nos meamos de la risa, viejo, vos sabés qué plato.

Rodolfo J. Walsh

miércoles, 11 de mayo de 2011

Oración del Padre Mugica


Hoy, 11 May 2011, 37º aniversario del asesinato del sacerdote Carlos Mugica en manos de la Triple A en mayo de 1974



"Señor: Perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos parezcan tener ocho años y tengan trece.
Señor: perdóname por haberme acostumbrado a chapotear en el barro. Yo me puedo ir, ellos no.
Señor: perdóname por haber aprendido a soportar el olor de aguas servidas, de las que puedo no sufrir, ellos no.
Señor: perdóname por encender la luz y olvidarme que ellos no pueden hacerlo.
Señor: Yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no, porque nadie puede hacer huelga con su propia hambre.
Señor: perdóname por decirles 'no sólo de pan vive el hombre' y no luchar con todo para que rescaten su pan.
Señor: quiero quererlos por ellos y no por mí.
Señor: quiero morir por ellos, ayúdame a vivir para ellos.
Señor: quiero estar con ellos a la hora de la luz."

Pocho Lepratti: la garganta que no podrán callar


Lo último que gritó Claudio "Pocho" Lepratti fue: "¡Hijos de puta, no tiren que hay pibes comiendo!". Lo vociferó desde el techo de la escuela Nº 756 de barrio Las Flores, donde trabajaba en el comedor. Un policía le respondió con un disparo en la traquea. Pero lo que no sabía el asesino, Esteban Velásquez, era que jamás cerraría las palabras ni el ejemplo de "Pochormiga".
El 18 de diciembre de 2001, en consonancia con el resto del país, la policía comenzó a desplegar el aparato represivo en Santa Fe. "Las Flores es un barrio sumamente castigado por la desocupación. El reclamo frente a supermercados y en distintos lugares estaba sumamente activo. Montaron un operativo muy fuerte y él estaba dentro de la escuela cuando cae la policía haciendo disparos al aire. Pocho sale al techo de la escuela, pidiendo que no tiren que había pibes comiendo. Bajan dos policías. Uno, Esteban Velásquez, es el que le dispara y le atraviesa la garganta. Los compañeros lo llevan al hospital, pero a los pocos minutos muere", narra Carlos Nuñez, director de la Biblioteca Popular Pocho Lepratti.

Tenía 35 años cuando el 19 de diciembre lo asesinó Velásquez, quien fue sentenciado a 14 años de prisión. Hubo un intento por parte del gobernador santafesino Jorge Obeid de que se reviera el fallo. Los testigos reafirmaron sus declaraciones y se ratificó la condena. Al respecto, Nuñez sostiene que si bien "la condena fue hacia quien disparó, la orden claramente fue determinada por Reutemann, que era el gobernador, por Lorenzo Domínguez (ministro de gobierno), por Enrique Álvarez (subsecretario de seguridad), por todos los que estaban a cargo de la supuesta seguridad.
Se definia como un cristino revolucionario. "Él estaba comprometido con la fe cristiana, pero con una opción de cambio. Pocho estaba preparándose para "hermano coadjutor" en la localidad de Funes. Había estado haciendo trabajos en los barrios, quería ir a trabajar ya y desde la Iglesia le planteaban que iba a haber tiempo. Pocho no quería esperar, quería ir en ese momento. Cuando estaba próximo a recibirse, se va. Sigue con otros votos que nunca abandonó, el de pobreza y de castidad, pero abandona el voto de obediencia". De este modo, Claudio decide vivir en una villa de Rosario, en el barrio Ludueña Norte. "Se va a vivir directamente allá y empieza a trabajar junto con un cura, Edgardo Montaldo, que es una referencia de hace más de 30 años en Ludueña. Ahí crea cerca de 10 grupos juveniles", relata Nuñez.
Nosotros con Pocho veníamos haciendo desde 1999 un trabajo de talleres con trabajadores desocupados; desocupación y salud mental, sobre HIV, trabajo infantil, donde participaban chicos, algunos del Movimiento de Chicos del Pueblo, de La Vagancia (se refiere a uno de los grupos que creó y coordinó Pocho) y otros grupos. Fue a partir de ahí donde nosotros estrechamos mucho más la relación. Ese era un espacio donde también había gente del movimiento de Derechos Humanos y trabajadores. A partir de ahí nos relacionamos con Gustavo Martínez y Gustavo Brufman, que son dos compañeros de la Biblioteca, con los que Pocho trabajaba de hace muchísimos años".

Nuñez, Martínez y Brufman, junto con otras personas, idearon la creación de la Biblioteca Popular Pocho Lepratti, que funciona desde el 18 de febrero de 2002 y que cuenta con distintos talleres. "La idea es recuperar, a partir de la educación popular, el trabajo que Pocho venía haciendo en contra de la exclusión social y por una sociedad participativa. Tenemos toda una serie de talleres de arte, de teatro, de guitarra, de murga. También de serigrafía, que es donde los pibes aprenden un oficio y además es el espacio desde donde salen las banderas, las remeras y todo lo que tiene que ver con la identidad en este espacio", describe Carlos. Y agrega: "Funcionamos a través de talleres de reflexión interna, donde analizamos la práctica de lo que venimos haciendo, la incidencia y la vinculación con otros movimientos sociales. En tres años estamos muy contentos del trabajo que se viene haciendo. Sabemos que el camino es largo. Como Pocho lo planteaba es un camino de hormiga". Hoy a Pocho lo llaman "Pochormiga". Carlos explica que la unión de las dos palabras "viene después de que lo matan, como manera de reivindicar el trabajo. Es como la memoria colectiva: muchas veces parece imperceptible, que no está, que no tiene efecto, pero es la acumulación de trabajo sostenido lo que va dejando una simiente".

Su característica era que se movilizaba en su bicicleta y que siempre estaba dispuesto a ayudar a su prójimo.

Claudio ―Pocho para todos sus amigos― era "un pacífico, comprometido con el barrio; el sueldo que sacaba en la escuela lo ponía a disponibilidad de la gente de la villa que lo necesitaba", cuenta, con marcada tristeza, el padre Néstor Gastaldi.

"El ángel de la bicicleta, le decíamos, porque andaba en su bicicleta, estaba enterándose y buscando la ayuda para cada familia", recuerda el padre.
Después de aquel asesinato, por las calles de Rosario se ven las pintadas con una bicicleta alada, recordando a "Pocho".

Pocho Lepratti fue inspiracion de Leon Gieco, quien en un pequeño y gran homenaje compuso un tema " el angel de la bicicleta"..

http://www.youtube.com/watch?v=_cvb3g7bHUI

martes, 10 de mayo de 2011

Zonceras Argentinas y Otras Yerbas al tope de ranking de ventas


Datos proporcionados por el Grupo ILHSA, que el libro "Zonceras argentinas y otras yerbas", encabeza el listado de los libros de no ficción más vendidos entre el 2 y el 8 de mayo, en la ciudad de Buenos Aires y en las distintas provincias.

Este buen recibimiento es una alegría y mucho más satisface por el Hospital Garrahan, que recibirá los dineros obtenidos en la venta de Zonceras.

lunes, 9 de mayo de 2011

DE LOS TOLDOS AL MUNDO


NUEVO MONUMENTO QUE CON MOTIVO DEL 92 NATALICIO DE EVITA SE INAUGURÓ FUE EMPLAZADO FRENTE A LA ESTACIÓN DE FERROCARRIL. ASISTIÓ EL GOBERNADOR SCIOLI, ENTRE OTRAS AUTORIDADES

"Cada uno debe empezar a dar de sí todo lo que pueda dar, y aún más. Solo así construiremos la Argentina que deseamos, no para nosotros, sino para los que vendrán después, para nuestros hijos, para los argentinos de mañana", Evita

miércoles, 20 de abril de 2011

Testigo desaparecido,Víctor Martínez


Testigo desaparecido
Víctor Martínez está desaparecido desde el lunes. Sus familiares presentaron un hábeas corpus. Es un testigo clave en el caso del obispo Carlos Ponce de León

Víctor Martínez, testigo en la causa en la que se investiga la muerte del obispo Carlos Horacio Ponce de León, asesinado durante la dictadura en un accidente simulado, se encuentra desaparecido desde el lunes. Así lo denunciaron sus familiares, que presentaron un hábeas corpus. En el pedido de intervención a la Justicia advirtieron que Martínez había tenido años atrás amenazas de muerte. A las dos de la tarde del lunes salió de su casa, en la ciudad de Buenos Aires, para ir a una escribanía ubicada en el microcentro, a la que nunca llegó.

“Tenía después un turno con su terapeuta a las 17.30 y tampoco fue. Estamos preocupados”, relató anoche la abogada Gabriela Scopel. Vestía camisa blanca, pantalón y zapatos negros y un pulóver oscuro. La letrada agregó que en los hospitales de la ciudad, tanto como en el SAME y en la Policía Federal dijeron no tener rastros de él.

Martínez era el único acompañante de Ponce de León cuando el 11 de julio de 1977 el obispo sufrió el accidente que le causó la muerte. Tenía entonces 19 años –hoy tiene 52– y estaba haciendo el servicio militar en la Prefectura Naval, donde estuvo secuestrado después del accidente.

Como obispo de la diócesis de San Nicolás, Ponce de León había acompañado a los trabajadores de Villa Constitución perseguidos por el terrorismo de Estado e intercedió por varios desaparecidos. Su muerte conmocionó a la zona por su similitud con la del obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, que había ocurrido un año antes.

La investigación del asesinato fue reabierta luego de la anulación de las leyes de impunidad, pero se topó con continuos obstáculos en su avance. El principal investigado es el ex teniente coronel Manuel Fernando Saint Amant, jefe de la represión en la zona, hoy procesado (pero en libertad) en numerosas causas de desaparición de personas.

En el año 2008, el fiscal federal Juan Patricio Murray tuvo un fuerte cruce con el juez de la causa, Carlos Villafuerte Ruzo, cuando tras enterarse de que el cadáver del obispo había sido sacado de su tumba en la Catedral, pidió un análisis de ADN para certificar que el cuerpo dentro del ataúd no hubiera sido suplantado, pero se topó con una orden del juez suspendiendo la exhumación.

Martínez declaró en el expediente y fue acusado por falso testimonio y procesado. Por esto, inició una querella contra Villafuerte Ruzo. “A fines de diciembre presentamos una demanda por persecución religiosa contra el juez, en enero hicimos una presentación de juicio político en el Consejo de la Magistratura y el 24 de marzo, en el acto en la Plaza de Mayo, hubo un grupo que colgó una bandera con la consigna ‘juicio político al juez Villafuerte Ruzo’”, reseñó la abogada Scopel.

El hábeas corpus fue presentado “en atención a las causas penales que lo tienen como víctima, testigo, denunciante y querellante”, que son “eminentemente procesos en los que se investigan violaciones a los derechos humanos”.

El testigo estaba recibiendo atención psicológica por estrés post traumático, después de la reapertura de las causas de San Nicolás. Sus familiares contaron que sufre de alta presión, pero controlada con medicamentos, y que también suele usar bastón por problemas en su columna.

Por las amenazas de muerte que recibió fue abierta una investigación en el juzgado federal de Norberto Oyarbide, aunque el expediente fue cerrado el año pasado por falta de pruebas.

Por Laura Vales, pagina 12

jueves, 14 de abril de 2011

¿QUE ES UN COMPAÑERO?


A los cumpas: Más de una vez, eh pensado en dar las gracias a todos aquellos que recorren el camino de la lucha social a mi lado, y esta es la oportunidad de hacerlo.

¿Qué es un compañero? Es aquel que te acompaña a recorrer el día a día. Es ese que cuando estas fastidiado de las malas noticias, de que a pesar de todo el sacrificio que venís haciendoy cuando Unos pocos con tan solo una actitud te derriban, Es el cumpa el que te saca una sonrisa para que puedas seguir en esto.

Es ese que recorre las calles de igual a igual con vos.

Es aquel que cuenta las chirolas para el colectivo, por que es necesario estar en el acto Y lo maravilloso de esto, es poder reír juntos de la mala cara del destino; Por que ante una desilusión política, Y frente a un cuervo disfrazado de peronista, ademas del ninguneo constate de algunos que fueron como vos, pero ya se olvidaron( Lo que no se olvidaron, es de ningunearte. De pisotear a tu filosofo, y eso es lo que te duele mas. Hasta que ya no pueden sacarte mas nada) y es aqui donde el cumpa te refresca quien sos, Lo que lograste y lograron juntos Y que vale la pena seguir jugándotela. Por que pueden negociarte un puesto Pero nunca los ideales.

Por eso y muchas cosas mas, es un orgullo que alguien te diga "cumpa", es un acto del cual uno se puede jactar llegar a ser el protector de la espalda del compañero.

Pueden cambiar muchas cosas, pero hay algo que no cambia por mas de cabie el contexto o el dirigente y es la lealtad del compañero.

Como anhelo, me gustaría que comencemos a premiar esto Y a hacer pagar la traición, Como me alguna vez un compañero, la ingratitud no tiene que ser gratuita.

Hoy, atreves de esto, premio a todos aquellos que se comprometen En la lucha, pero fundamentalmente, en poner El pecho ante las balas, por un compañero.

ALEJANDRA ORLANDI

miércoles, 13 de abril de 2011

Dejamos de vernos, Jose Pablo Feinmann


Anticipo. Un capítulo del libro El flaco, trabajo donde José Pablo Feinmann volcó sus diálogos con Néstor Kirchner desde 2003 hasta 2006


Antes –no recuerdo la fecha– fui todavía a una cena íntima en la Quinta de Olivos. Estaban Pepe y el querido Carlos Zanini, un tipo de una simpatía y una inteligencia arrolladoras. En el viaje a Venezuela le gastaba una broma a Pepe. Si aparecía Zanini lo agarraba del brazo y se lo exhibía.
–Mirá, Pepe. Ya que vos nunca fuiste peronista es hora de que conozcas a un auténtico negro peronista.
Zanini reventaba de la risa. ¡Y había sido maoísta! Pero tiene esa facha de "morocho sudamericano" entrañable. Lo quiero mucho. En esa cena habló bastante. De pronto, miro mi reloj y son las 0.5 del nuevo día.
–¿Saben algo? –digo–. Acabo de cumplir años.
Era 29 de marzo.
Cristina no dijo una palabra. Se levantó, salió del comedor y volvió con dos mozos y dos botellas de champán. Qué buen gesto. Todos brindaron por mi cumpleaños. Y recuerdo muy especialmente la cara de Néstor. Alzaba mucho su copa y me miraba a los ojos y sonreía satisfecho. Esa imagen queda en mí.
La última vez que nos vimos (ya después de la "separación") fue en una cena por el lanzamiento de la candidatura de Cristina. Estaba medio país. Hasta Morales Solá. Los de La Nación me dijeron que tenían un bloque progresista en el diario, aparte de todo lo demás. Especialmente fuera del área de influencia de Escribano. Que cuando quisiera escribir ahí tenía las puertas abiertas. Después de la "125" todo eso murió.
La cosa termina y se apagan muchas luces. Bajamos una escalera larga un montón de personas que no nos vemos muy bien. De pronto, al lado mío está Néstor.
–Presidente, tanto tiempo. ¿Cómo estás?
Me vio y dijo:
–¡Uy! ¿Qué hacés? Che, Cristina, mirá quién está.
Cristina –que estaba un escalón más abajo– me vio y con esa voz clara y con esa dicción perfecta, dice:
–¿Qué tal José Pablo, cómo te va?
Nos dimos un beso y seguimos hasta abajo charlando. Ahí nos despedimos. Y entonces sí: no lo vi más.

El Flaco. Diálogos irreverentes con Néstor Kirchner
Autor: José Pablo Feinmann

Mail del Presidente, José Pablo Feinmann


Anticipo. Un capítulo del libro El flaco, trabajo donde José Pablo Feinmann volcó sus diálogos con Néstor Kirchner desde 2003 hasta 2006



Un día de junio de 2006 llaman de la Presidencia de la Nación. Una secretaria. Verifica mi mail.
–Sí, es ése.
–Bueno, licenciado: va a recibir un mail del Presidente.
Al rato fui a mi compu. Abrí el mail y ahí estaba. Decía: Mail del Presidente. Y es el que sigue:
Estimado José Pablo:
Hay veces que me decepcionás y otras que no. Los dos tenemos una historia anterior. Cada uno de nosotros sabe cuál es.
Cuando decís que no hemos resuelto la exclusión social sos injusto y cómodo a la vez.
Hemos bajado casi 30 puntos la pobreza, hemos llevado la indigencia a menos de la mitad y la desocupación ha bajado entre 12 y 14 puntos. Se redujo considerablemente la mortalidad infantil y la deserción escolar.
Triplicamos la jubilación mínima dando ocho aumentos y, por primera vez después de catorce años, otorgamos una suba general para todos los jubilados. Así achicamos la brecha entre los más ricos y los más pobres.
Aumentó el ingreso per cápita y el salario mínimo, vital y móvil se triplicó luego de diez años de estar estancado en la misma cifra.
Hacía cien años que Argentina no tenía una expansión de su economía como la que está viviendo.
No sé si pensar que tus declaraciones son el producto de una noche de insomnio o es esa tendencia de algunos que se dibujan intelectuales y se creen superiores, diferentes a los demás y hasta más inteligentes que el común de los mortales. Pero, y discúlpame que recurra a una frase peronista, la única verdad es la realidad.
En tus opiniones también menospreciás la victoria del pueblo de la provincia de Buenos Aires sobre el aparato duhaldista y confundís el voto popular con movimientos de aparatos.
Cuando te quejás de la CGT no podés reconocer que, nos guste o no, son ellos los que hoy representan a los trabajadores.
También caés en el reduccionismo político de equiparar a la CGT con Barrionuevo. Sería como equiparar a los empresarios con Martínez de Hoz.
Dentro del marco de esa realidad que nos toca vivir es que conseguimos una quita histórica de la deuda externa y cancelamos toda nuestra deuda con el Fondo, a pesar de lo cual, seguimos acumulando reservas. Esto, además, nos ha dado un nuevo marco de relacionamiento internacional y de autonomía en las decisiones.
José Pablo, yo no soy Mandrake el mago. Soy apenas un ser humano que asumió la Presidencia de la Nación con el menor porcentaje de votos de la historia argentina, 22 por ciento, y en el momento más difícil de nuestra historia reciente.
Acierto y me equivoco como cualquier ser humano. Vos sos una buena persona. No te voy a quitar méritos. A veces sos un intelectual brillante y otras veces opaco. Pero no olvides que también fuiste un militante político y como tal merecés un análisis más profundo y piadoso, pero siempre con los pies en la tierra.
Ser un intelectual no significa mostrarse diferente, tal como ser valiente no implica mirar a los demás desde la cima de la montaña.
Mi compromiso es el de siempre: gobernar, trabajar y administrar. Creo firmemente en mis convicciones y trato de llevarlas adelante con todas mis fuerzas, en el marco de la realidad que nos toca vivir. Los problemas de los argentinos no se resuelven a vendavales, sino gestionando todos los días.
Por eso creo que vos y yo no pensamos tan diferente, sino que tenés miedo. Miedo de que te confundan, porque creés que la individualidad te va a preservar. Pero no te olvides que pertenecemos a una generación que siempre creyó en las construcciones colectivas. La individualidad te pondrá en el firmamento, pero sólo la construcción colectiva nos reivindicará frente a la historia. Al fin y al cabo todos somos pasantes de la historia.
Por último, quiero decirte que no hay nada más lindo que comerse unos fideos con la vieja el domingo y por la tarde gritar un gol de Racing, por lo menos, para este humilde argentino.
Atentamente,
Néstor Kirchner



Durante esos días Veintitrés nos había puesto a Sarlo y a mí en tapa. El motivo: “Dos miradas antagónicas sobre la realidad argentina por el hombre y la mujer más respetados del mundo intelectual”. La foto de Sarlo a la izquierda. La mía a la derecha. Se equivocaron.
Creo que yo dije algunas cosas que debí haber moderado en ese reportaje. Pero estaba muy enojado con la cuestión de la pobreza. En varias notas ya había pedido la distribución y una abierta, decidida lucha nacional contra el hambre. Cuando leí que el Gobierno tenía 40 mil millones de pesos en caja fue que declaré en Veintitrés: “Hay cosas que me duelen de Kirchner que la derecha no dice, porque a la derecha le importan un rábano, para hablar con palabras suaves. Me duelen la distribución del ingreso y la pobreza en la Argentina. Y el verso del republicanismo, la hegemonía, el autoritarismo y el deterioro de las instituciones es un verso protogolpista. No tienen el putsch armado, porque no va a ir el amable personaje Morales Solá a embestir contra la Casa de Gobierno luego de escribir: Jamás fue tan grande el deterioro institucional en la Argentina. Después de escribir eso, las consecuencias, ¿cuáles son? Lo que a mí me importa reprocharle a Kirchner es, por ejemplo, su condición actual de Tío Patilludo. Que tiene 40 mil millones de pesos en caja y que hay cientos de chicos que se mueren de hambre en las calles de Buenos Aires”. Pero con lo del campo mi visión cambió. Cristina les quiso tomar un 3% para distribuir y hubo un serio intento de golpe de Estado con respaldo popular y mediático. Cobos ya sabemos qué clase de tipo es y por qué dijo esa noche lo que dijo. Pero conjeturo a veces que si votaba a favor había un levantamiento. Observen lo que dice la frase de Morales Solá. O el tipo estaba loco o se estaba preparando un clima de golpe desde hacía rato.
Lo de los tallarines es una frase de Lorenzo Miguel: “El peronismo es comer tallarines los domingos con la vieja”. Analicé esta frase en distintos medios. ¿Qué es el peronismo? 1) La mesa familiar; 2) La Vieja; 3) El santo día domingo. La Iglesia; 4) La familia unita. Todos reunidos para comer los tallarines. Ése no es el peronismo que Néstor soñó en los setenta. Es el peronismo de un facho como fue Lorenzo Miguel que ahogó con sus huestes a los huelguistas de Villa Constitución a comienzos de 1975. Con los suyos y con la Triple A. Pero esto es secundario. Del peronismo se puede dar cualquier definición. La que da Soriano (y, ¿quién si no Favio?, coloca de acápite de su film Gatica, el Mono): “Si yo nunca me metí en política, siempre fui peronista”.
La carta la juzgarán los lectores. Pero –según me dijo mi gran amigo Juan Manuel Abal Medina (hijo)– es de Néstor, sin duda. Y es asombroso que un Presidente de la República les quite tanto tiempo a sus infinitas tareas para sentarse a escribir un texto complejo.
No estoy satisfecho con mi respuesta. La escribí de apuro. O no estaba inspirado. Qué sé yo. Pero aquí está:
Estimado Néstor:
Creo que la mayoría de tus señalamientos se basan en la nota de Veintitrés. Pongamos que es cierto algo que decís: a veces soy brillante, a veces soy opaco; como todos, supongo. Pongamos, entonces, que estuve opaco en esa nota. Pero aclaremos cómo fue hecha: se levantó de un programa de televisión al que concurrí (el de Zloto y Tenembaum). Luego me llamó este último y me dijo que Veintitrés quería publicarlo y que publicarían también mi nota sobre Elsa Oesterheld en el palco del 25. No bien vi ese material tomé una decisión definitiva: jamás voy a aceptar otra vez una nota en un semanario argentino. Tampoco en radio. Ni televisión. Nada. Nada –al menos– de notas políticas. Ellos, siempre, presentan el material de un modo en que te hacen decir lo que ellos quieren. (Nota: Esto no fue así. Continué aceptando notas. Pero cada vez hubo y hay menos lugares confiables donde hacerlas. Además, al contar con un diario no tengo gran necesidad de notas.)
Yo no soy un individualista. Soy –con algunos otros; con Osvaldo Bayer, sin duda– el más comprometido y jugado de los intelectuales de este país. La mayoría son cobardes que cuidan sus becas del Conicet o ganan la Gugenheim. Asumo, desde siempre, la figura del intelectual sartreano. Estoy, además, encuadrado. Pertenezco a los cuadros periodísticos de Página/12. Y me honra que eso sea así. Escribo en Página desde hace dieciséis años. Tuve muchas ofertas para emigrar a órganos de la derecha. A La Nación, desde luego, o a Clarín. Tipos como Tomás Eloy Martínez se fueron de Página a La Nación. Yo no pienso moverme de Página mientras el diario exista. El mismo día de tu carta cenaba con Hugo Soriani. Sólo a él le comenté la cuestión para no sentirme tan solo y porque confío en su juicio político y humano.
A veces me invitan a dar una conferencia para gente de La Nación (diario que compro y casi no tolero leer: no leo, por ejemplo, esa basura de “la foto que habla”) y voy y vienen a escucharme quinientas personas y doscientas se quedan afuera. Y modera Nelson Castro. Y yo les digo que creo en tu gobierno. Ahora bien, si ahí yo me convierto en un defensor total de tu gestión... no me creen. Me dicen “kirchnerista”. Entonces hago lo siguiente: le pido a tu gestión lo que ellos jamás te pedirían: distribución del ingreso, plan nacional de alfabetización, lucha frontal contra el hambre. Lo mismo hago en mis notas. Querido Néstor: yo no puedo escribir para el público de Página solamente: esos lectores ya están convencidos. Tengo que volverme “creíble” para que la derecha me escuche. Esto lo logro de dos modos: o por prestigio o por exhibir mi independencia de criterio. Aquí, conjeturo, es donde se producen algunas asperezas con vos. Pero si yo soy visualizado como un “kirchnerista”, pierdo credibilidad. No sirvo para nada. No “te” sirvo para nada. A veces tengo que criticarte para meter lo esencial que quiero decir. Que siempre es a favor tuyo. De tu gobierno. Si esta metodología es equivocada la voy a revisar, pero es la misma que utiliza Página que, como yo, pierde credibilidad cuando los tantos cretinos que hay en esta tierra la llaman el Boletín Oficial.
Mi nota sobre Elsa Oesterheld fue una exaltación de tu palco. La nota decía (aunque no lo haya dicho textualmente): “Vean, este Presidente dijo su discurso con El Eternauta en el palco”. Cosa que –luego, en otros contextos– dije ampliamente. ¿Por qué te basás sólo en la nota manipulada de Veintitrés? Para la apertura de la Feria del Libro, por ejemplo, Elvio Vitali, de parte del querido Carlos Zanini, me pidió una parte del discurso: la de la relación del Presidente con los intelectuales. Y yo la escribí. ¿La habría escrito si no te apoyara? ¿Escribiría yo un discurso para cualquier político argentino que no fueras vos? ¡Qué lástima que no me oíste la noche del lunes en el programa de nuestra común amiga Hebe! Prepárese, querido Presidente: con Hebe tenemos planeado pedirte una audiencia para peticionar por la intensificación de la lucha contra el hambre. En serio, eso arreglamos en el programa de ella. Haber hecho de Hebe lo que Hebe es hoy no es el menor de tus méritos.
En cuanto a que sea el pueblo de la Provincia de Buenos Aires el que venció a Duhalde me gustaría hablarlo personalmente. Ante todo, porque me encantaría tomar un café con vos.
Me conmovió que me dijeras que tengo “miedo”. Qué sé yo, puede ser. Porque siempre me cuestiono por qué Pepe Nun y Horacio González agarraron cargos y yo me escabullí por la tangente. Les admiro ese riesgo. A mí me ofrecieron la Biblioteca antes que a Horacio y dije que no. Ocurre algo sencillo: ése es mi estilo de vida. No puedo vivir sin escribir. Pero no me escondo en la Torre de Marfil. Acaso –insisto en esto– tenga que revisar algunas estrategias que uso para referirme a tu Gobierno. Pero sólo eso. El día 25 –al verla a Elsa en el Palco– estuve feliz y estuve orgulloso de mi presidente. Y sé que vas a meterte con todo en la distribución y en la lucha contra el hambre. “Con todo” significa más allá de lo tolerable para los poderosos. Ese día la derecha va a apretar tanto que lo de ahora va a parecer cosa de niños. Yo te aseguro que en esa encrucijada (con mis compañeros de Página, con Hebe y espero que con muchos más) voy a estar claramente a tu lado.
Con el cariño y la amistad de siempre,
José Pablo Feinmann

Cómo explicarles el horror a los chicos" Por Ricardo Ragendorfer! MIRADAS AL SUR



¿De qué manera hablarles del exterminio de miles de personas, en su mayoría jóvenes, sólo por haber incurrido en el terrible pecado de soñar con un mundo mejor?



Uno de los maestros de la escuela a la que acude mi hija, Zoe, me propuso dar una especie de clase sobre la dictadura, al cumplirse un nuevo aniversario del golpe de Estado de 1976. En ese instante se apoderó de mí algo parecido a la incertidumbre. En ello había una razón de peso: ¿Cómo explicar a pibes de entre 8 y 12 años una tragedia histórica cuyo sentido más profundo es aún hoy incomprensible, incluso para quienes la hemos vivido? ¿De qué manera hablarles del exterminio de miles de personas, en su mayoría jóvenes, sólo por haber incurrido en el terrible pecado de soñar con un mundo mejor? ¿Qué palabras usar para describir el significado más extremo del horror?

Confieso que acudí a tal compromiso con esos interrogantes intactos. Y los chicos, sentados en círculo, algunos con apuntes entre las manos, comenzaron a asimilar mi relato con una entereza asombrosa. Era una mañana radiante. Entonces se me cruzó por la mente el color opaco de aquella otra mañana. Su niebla. Las calles desiertas. Y un sonido que aún perdura en la memoria: los espantosos acordes de la Marcha de Ituzaingó como preludio del Comunicado Nº 1 de la Junta Militar leído por un locutor que parecía estar transmitiendo desde las tinieblas. “Las Fuerzas Armadas han tomado el control operacional del país”, fueron sus exactas palabras. Al rato, los televisores mostrarían tres siluetas fantasmagóricas, escoltadas por un escribano y un cura –siempre en estos casos hay un cura–, al prestar juramento en el Salón Blanco de la Casa Rosada. Había que ver la expresión calavérica de Videla, su estampa exageradamente firme, con el cuello estirado hasta lo imposible. Me había hundido en esos recuerdos. Pero, de pronto, una voz, creo que la de una niña de tercer grado, me devolvió al presente. Todavía se lo agradezco.

Los chicos seguían sentados en círculo. Y se turnaban para hacer preguntas. Recuerdo una en particular:

–¿En esa época la gente podía vestirse como quería?

Había sido hecha por un pibito de unos 10 años. Su inquietud, en apariencia, trivial, apuntaba en realidad hacia las normativas impuestas sobre la existencia cotidiana. Unas normativas arbitrarias hasta el absurdo, cuyo alcance medía el sometimiento de la sociedad civil al poder militar. Y sin otro propósito que el de despojar a las personas su condición de sujetos responsables de sus actos y elecciones. En resumidas cuentas, era la banalidad del mal en estado puro. Lo cierto es que la intuición de ese pibe había advertido semejante concepto.

Sus compañeros no le iban a la zaga. Es que la lógica aplastante de los niños tiene eso, y más si se refiere a un asunto como el que tratábamos; es decir: una percepción incontaminada de las cosas, y sin las lecturas idiotas que frente a estas situaciones suelen trazar algunos adultos.

Ello hizo que me acordara de algo ocurrido días antes: un piquete impedía el avance del taxi que me llevaba por la avenida Córdoba; en esas circunstancias, el chofer volteó la cabeza hacia mí para, simplemente, decir: “¿Cuándo van a volver los militares?” Entonces me pregunté cuánta gente pensaría como él. Fue imposible encontrar una respuesta. Pero ese interrogante me llevó a otro: ¿Qué porcentaje de la población hace tres décadas y media apoyó el golpe de Estado? No me refería a la complicidad superestructural de ciertos sectores de la sociedad –empresarios, funcionarios del Poder Judicial, altos dignatarios de la Iglesia y hasta periodistas– con los uniformados. Ya se sabe que el ominoso papel que a todos ellos les cupo en esos años contribuyó a resignificar dicho período como una dictadura cívico-militar. Tampoco me refería al ejercicio de otra forma de colaboracionismo, al que bien se podría calificar como de “baja estofa”, el cual, por cierto, no fue menos orgánico. Es que un episodio algo cruento lo pondría tempranamente al descubierto. En julio de 1976, una bomba estalló en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal –el brazo represivo de la agencia policial más importante del país– con un saldo de 23 muertos y 60 heridos. En su momento resultó notable que entre estos últimos hubiera una gran cantidad de civiles: porteros, taxistas, mozos y hasta amas de casa. Así pudo saberse que todos ellos formaban parte del ejército de “orejas” del régimen. Sin embargo, mi pregunta apuntaba en realidad hacia otro segmento social: la masa pasiva y silenciosa que solía pegar en la luneta de sus automóviles una oblea que decía: “Los argentinos somos derechos y humanos.” Ese slogan impresionó de sobremanera a mi auditorio de aquel día.

La curiosidad de los pibes no menguaba. Y también mostraron interés en cómo los diarios reflejaban las noticias y qué tipos de programas se podían ver por televisión. Al respecto, evoqué para ellos un fragmento de una entrevista efectuada por un noticiero de la época a un teniente coronel reciclado como funcionario de algún ministerio, a quien le preguntaron:

–¿Por qué razón los jóvenes tienden a rebelarse ante la autoridad?

La respuesta fue:

–Algunos jóvenes padecen de lo que yo llamo exceso de pensamiento.

Los chicos, entonces, estallaron en una risotada.

Ahora creo que ese cavernícola tal vez haya tenido razón: los niños que tenía ante mis ojos eran una muestra cabal de dicho exceso.

Para mí fue un gran honor haber compartido aquella mañana con ellos.

martes, 12 de abril de 2011

OTRO ORGULLO NACIONAL, Se producirán netbooks, PC y notebooks


Cristina inaugura una fábrica de computadoras
La presidenta irá a la inauguración de una planta de fabricación de computadoras de la empresa Bangho, en Vicente López. Además, se comunicará mediante videoconferencia con Zárate, donde se inaugurará una escuela técnica y con Merlo, donde se entregarán viviendas. Luego promulgará una ley.
La presidenta Cristina Fernández asistirá hoy, a las 16.30, de la inauguración de la planta de fabricación de computadoras de Bangho, en Vicente López. Además, se comunicará mediante videoconferencia con Zárate, donde se inaugurará una escuela técnica especializada en energía nuclear y con Merlo, donde se entregarán viviendas.

Posteriormente a las 19:00, desde su despacho de la Casa de Gobierno, la Presidenta promulgará la Ley de transferencia de tierras de Mar del Plata a la ciudad Judicial.

Respecto del acto central en Vicente López acompañarán a la Jefa de Estado la ministra de Industria, Débora Giorgi; el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli; el intendente de Vicente López, Enrique García y el presidente de la empresa Bangho, Pablo Suaya.

Bangho es propiedad de la empresa PC Arts Argentina, que es líder en la distribución de productos informáticos, que emplea a 550 personas en todo el país y que tuvo en 2010 una facturación de 500 millones de pesos. En la planta de Vicente López se producirán Netbooks, notebooks, PC´s, AIO y LC.

Cristina llegará alrededor de las 16:30, recorrerá las instalaciones, descubrirá una placa y se trasladará al escenario del acto principal.

Desde allí mantendrá dos videoconferencias. La primera será con Merlo, lugar donde se entregarán viviendas a vecinos de ese municipio bonaerense.

Luego se comunicará con Zárate donde se inaugurará el Instituto Superior de Formación Técnica 195, en el que se dictará la carrera de técnico superior en reactores nucleares, que ya cuenta con 200 inscriptos. También se pondrá en funcionamiento la Unidad Integral de Educación Técnico Profesional.

Ambos establecimientos responden a la necesidad de capacitación del personal para operar las plantas nucleares Atucha y Atucha II, que se encuentran en Lima, partido bonaerense de Zárate.

Estarán en diálogo con la Presidenta el ministro de Educación, Alberto Sileoni, y su par provincial, Mario Oporto; también lo hará el director de la institución, Marcelo Huidobro.

Una vez finalizadas las videoconferencias, el presidente de la empresa argentina Bangho, Pablo Suaya, dirá unas palabras. El acto finalizará con una exposición de Cristina Fernández sobre las temáticas convocantes.

sábado, 9 de abril de 2011

BUSCAMOS A ANALÍA, DESAPARECIDA EN MORENO. POR FAVOR DIFUNDIR. GRACIAS.


BUSCAMOS A ANALÍA, DESAPARECIDA EN MORENO. POR FAVOR DIFUNDIR. GRACIAS.

Analía Mayra Cabañola Vardé, tiene 14 años y se domicilia en el barrio La Perlita, del partido de Moreno.


...
Se ausentó desde su casa, con rumbo desconocido el 17 de marzo de 2011, vestida con un jogging de color negro, zapatillas negras y rojas, campera color clara y mochila de tono lila.



La familia estima que puede estar acompañada de Nicolás García, de 16 años, novio de la chica, cuya descripción física indica que tiene el cabello corto, castaño, altura media y delgado.



Hay sospechas de trata de personas y de un entregador. Se abrió un grupo en la red social Facebook



buscandoaandreamayracabanola@groups.facebook.comVer más

LOS ESTATUTOS DEL HOMBRE.(PRESCRIPCIONES)


ARTICULO 1:

Decrétase que ahorala verdad es válida.

que ahora la vida es válida,

y que mano con mano

trabajaremos todos por la vida verdadera.....



ARTICULO 2:

Decrétase que todos los días de la semana,

inclusive los martes más cenicientos,

tienen derecho a convertirse en mañanas de domingo.



ARTICULO 3:

Decrétase que a partir de este instante,

habrá girasoles en todas las ventanas

y que los girasoles tendrán derechos

a abrirse a la sombra:

y que las ventanas deben permanecer el día entero

abiertas hacia el verde donde crece la esperanza.



ARTICULO 4:

Decrétase que el hombre no tendrá nunca más

que dudar del hombre...

que el hombre confiará en el hombre

como la palamera confía en el viento

como el viento confía en el aire,

como el aire confía en el campo azul del cielo.



PÁRRAFO ÚNICO:

El hombre confiará en el hombre como un niño confía en otro niño.......

THIAGO DE MELLO......

jueves, 7 de abril de 2011

Manu Chao - Clandestino

Recuperan a la nieta 103 gracias a un análisis forzoso de ADN


Una hija de desaparecidos recuperó su identidad; es la número 103. El caso tiene similitud con el de Marcela y Felipe Noble Herrera: la nieta se negaba a hacerse el ADN hasta que un juez federal de Rosario ordenó el análisis forzoso.


La hija de una militante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), Cecilia Beatriz Barral, desaparecida en Rosario durante la última dictadura junto a su compañero, fue identificada ayer a través de un examen realizado por el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), ordenado por el juez federal Nº 4 Marcelo Bailaque.

Barral fue secuestrada en agosto de 1976, cuando cursaba un embarazo a término, y gracias a la lucha de su hermana Ana, María tiene desde hoy su nueva identidad.

El caso tiene un parangón con el de los hijos de Ernestina Herrera de Noble, ya que la joven recuperada no aceptaba hacerse un análisis de ADN, hasta que la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario lo ordenó. El juez Bailaque informó ayer a las partes del resultado.

María estaba en el vientre de su madre, Cecilia, el 2 de agosto de 1976, cuando junto a su pareja fue secuestrada de la vivienda de Necochea 2050 en un operativo clandestino llevado adelante por el Destacamento de Inteligencia 121, en el que otras dos personas también fueron detenidas ilegalmente y otra fue asesinada.

Según informa Página/12, el fallo conocido ayer se tramitó ante la Secretaría de Derechos Humanos del juzgado, a cargo de Gonzalo López Quintana, dentro del expediente N° 260/09, caratulado “Sumario Averiguación Violación a los Derechos Humanos”, en el que se ha logrado determinar la identidad de una persona que naciera en cautiverio luego de que su madre biológica fuera privada de libertad, permaneciendo a la fecha desaparecida”.

Según el fallo, "la pareja de personas desaparecidas tienen la probabilidad porcentual indicada anteriormente de haber sido los padres biológicos del perfil genético obtenido”.

miércoles, 30 de marzo de 2011

La pagina de Facebook "No a Kirchner 2011" y la mediocridad argentina


Cuando la miseria humana se nutre de la impunidad, anonimato y falta de legislación sobre Internet en nuestro país: Un triste ejemplo es la pagina de Facebook “No a Kirchner 2011”, administrada por el brazo reaccionario (falsa izquierda) de la Unión Cívica Radical y simpatizantes de Proyecto Sur. “No a Kirchner 2011” engaña a sus usuarios autodenominándose apartidaria. Pero en realidad, y mientras se escuda en criticas contra el programa televisivo 678 y su respectiva página de Facebook, denunciando al oficialismo por supuesta censura de contenidos y falta de objetividad, y castigando sin pruebas al Gobierno Nacional, “No a Kirchner 2011” censura, difama, acusa sin evidencias, bloquea usuarios que no se ajusten a los mandamientos de Pino Solanas, ataca sin dudar al periodismo independiente, ataca al Peronismo Federal, censura “posts” y artículos benéficos hacia Mauricio Macri, hacia el PRO o hacia Duhalde.
“No a Kirchner 2011” elimina usuarios que se expresan en democracia, violando virtualmente la libertad de expresión. De forma permanente rechazan cualquier enlace que denuncie maniobras extrañas del radicalismo o acuerdos oscuros entre el Gobierno y Proyecto Sur. La página de Facebook “No a Kirchner 2011” es sin dudas el engaño mas grande dentro de Facebook, pergeñado por ignorantes, resentidos y cobardes que no aportan una sola propuesta limitándose al insulto, agravio y ataque constante no solo hacia el kirchnerismo sino hacia toda fuerza política que no represente los esquivos ideales de sus administradores.

“No a Kirchner 2011” fue denunciado en varias oportunidades por BWN Argentina. Todos los periodistas de BWN Patagonia y BWN Argentina, más otras miles de personas, fueron bloqueadas y eliminadas de “No a Kirchner 2011”, como se indica en los siguientes links:
"No a Kirchner 2011" la Pagina mas trucha de Facebook 2
“No a Kirchner 2011”. La pagina mas trucha de Facebook
Voto no positivo (“No a Kirchner 2011” Facebook)
“No a Kirchner 2011”. Facebook. Se sacaron la careta.
Lamentablemente, la censura, insultos, falsas denuncias y difamación cuasi totalitaria de “No a Kirchner 2011” no es penalizada por Facebook ni por la primitiva legislación Argentina, que apenas si contempla Internet.

Los prehistóricos juristas, constitucionalistas y/o circunstanciales constituyentes de nuestro país aun no advierten que Internet es el medio de comunicación más popular sobre el Planeta Tierra.

De acuerdo a los posteriores bloqueos de usuarios y los enlaces que estos habían publicado y según la actuación de sus administradores es posible analizar que:


La página de Facebook “No a Kirchner 2011” avala la explotación de nuestros recursos naturales por parte de empresas extranjeras.
La página de Facebook “No a Kirchner 2011” avala el avance británico sobre Malvinas y la Antártida Argentina.
La página de Facebook “No a Kirchner 2011” avala la xenofobia.
La página de Facebook “No a Kirchner 2011” es también “No a Macri 2011” y “No a Duhalde 2011” y no a todos los que no sean Pino Solanas o el sector más reaccionario de la UCR.
La página de Facebook “No a Kirchner 2011” avala la destrucción sistemática del ejército argentino.
La página de Facebook “No a Kirchner 2011” avala el desarme de la policía y las fuerzas de seguridad.
La página de Facebook “No a Kirchner 2011” difama periodistas independientes.
La página de Facebook “No a Kirchner 2011” es funcional a las pretensiones chilenas sobre nuestra soberanía.
La página de Facebook “No a Kirchner 2011” jamás aporta alternativas.
La página de Facebook “No a Kirchner 2011” posee al menos un 70 % de perfiles truchos en sus filas de “fans”. Esto significa que “No a Kirchner 2011” tiene solo unos 30.000 usuarios reales de los cuales solo unos 100 postean activamente en diversas franjas horarias.
La página de Facebook “No a Kirchner 2011” promueve la ignorancia y des-educación.
La página de Facebook Los administradores de “No a Kirchner 2011” utilizan perfiles falsos para auto-elogiar comentarios de administradores de la pagina.
La página de Facebook “No a Kirchner 2011” es funcional a la estupidizacion masiva y se utiliza como una válvula de escape boba. Donde solo se admiten criticas burdas e ignorantes, mientras bloquean denuncias serias y fundadas.
La pagina de Facebook “No a Kirchner 2011” es funcional y propicia la posibilidad de terremotos en la República Argentina baneando usuarios que postean enlaces hacia la lucha contra ENDESA, corporación italiana que pretende construir una represa sobre una falla geológica en zona sísmica y volcánica en la Patagonia. A 30 minutos de El Bolsón y en Rio Negro, provincia que está pegada a Buenos Aires.


La página de Facebook “No a Kirchner 2011” defiende los actos de terrorismo.
La página de Facebook “No a Kirchner 2011” es administrada por cobardes sin nombre ni apellido.
El mundo agradece a Google sus políticas de freespeech e Internet es un ámbito abierto donde no existen restricciones ni limitantes a la libertad de expresión. Por ello, las regulaciones no deben ser al medio, sino hacia aquellos que mal utilizan la web. “No a Kirchner 2011” es un lamentable ejemplo de Free Speech mal entendido, o de Libertad de Expresión mal utilizada. La libertad de expresión no es sinónimo de difamar ni de mentir. Cleto Cobos y Pino Solanas deberían saber esto, y también el socialismo argentino que con tanta memoria recuerda el proceso militar y sus restricciones fascistas.

La página de Facebook “No a Kirchner 2011” nos recuerda que los militares de la Dictadura fueron bien argentinos. Y no alienígenas. Ya que los administradores de “No a Kirchner 2011” se comportan como dictadores en su minúsculo proceso, y son actuales. Censuran, hacen “desparecer” personas. Agreden, torturan con la picana de la difamación, y mienten.

La página de Facebook “No a Kirchner 2011” ensucia la imagen ya empobrecida de la izquierda nacional y de Pino Solanas, mientras destruye al radicalismo.
Sería positivo que los administradores de la pagina de Facebook “No a Kirchner 2011” den la cara. Se expongan con nombre y apellido así como ellos exponen a quienes acusan falsamente y difaman. Sería bueno que aporten ideas y contribuyan con propuestas, en vez de caer en el sucio pozo del rencor y la miseria.

Diego Ignacio Mur
BWN Patagonia

miércoles, 23 de marzo de 2011

Gracias Pingüino!!

«Disparen sobre Fidel»10 de noviembre de 1971 -


Santiago de Chile


Ha ordenado la CIA a dos de sus agentes. Sólo sirven para ocultar pistolas automáticas esas cámaras de televisión que hacen como que filman, muy atareadas, la visita de Fidel Castro a Santiago de Chile. Los agentes enfocan a Fidel, lo tienen en el centro de la mira, pero ninguno dispara.



Hace ya muchos años que los especialistas de la División de Servicios Técnicos de la CIA vienen imaginando atentados contra Fidel. Han gastado fortunas. Han probado con cápsulas de cianuro en el batido de chocolate y con ciertas infalibles pildoritas que se disuelven en la cerveza o el ron y fulminan sin que la autopsia las delate. También lo han intentado con bazukas y fusiles de mira telescópica y con una bomba de plástico, de 30 kilos, que un agente debía ubicar en la alcantarilla, bajo la tribuna. Y han usado cigarros envenenados. Prepararon para Fidel un habano especial, que mata apenas toca los labios. Como no funcionó, probaron con otro habano que provoca mareos y aflauta la voz. Ya que no conseguían matarlo, trataron de matarle, por lo menos, el prestigio: intentaron rociarle el micrófono con un polvo que en pleno discurso provoca una irresistible tendencia al disparate y hasta le prepararon una pócima depilatoria, para que se le cayera la barba y quedara desnudo ante la multitud.

Galeano

La mamá la buscó hasta morir: después de 6 años, habría aparecido Fernandita


Susana Trimarco, madre de la desaparecida Marita Verón e impulsora de la lucha contra la trata de personas, confirmó que lograron rescatar a ocho mujeres latinoamericanas retenidas en España. Cinco son argentinas y, según comentó, entre ellas podría estar Fernanda Aguirre, quien desapareció hace seis años en Entre Ríos.

Esto último se desprende de la investigación que llevan acabo en torno al caso, y a través de la cual se obtuvo por Facebook el dato que señalaba que Fernanda Aguirre trabajaría en un cabaret de Valencia. Por lo que Interpol libró una orden al Departamento del Crimen Organizado de España.

Durante los últimos días comenzó a circular un video que muestra la imagen de una joven bailando en un cabaret de España, con facciones muy parecidas a las que Aguirre – de 19 años – tendría hoy.

El dato fue publicado por el portal de Periódico Tribuna, el cual explica que Fernanda Aguirre, desaparecida desde 2004, quien se encuentra "presuntamente secuestrada por una red de trata de personas, estaría trabajando en un cabaret de Valencia llamado Complejo Romaní".

Según comentó Susana Trimarco, Interpol Argentina recibió estos datos por intermedio de la Policía de Entre Ríos: “Hasta acá la chica que encontraron es el calco de Fernandina. Es muy parecida, pero no tenemos concretamente, está en investigación”.

Manifestó que si bien tienen la esperanza de que sea la joven, “estamos tristes a la vez porque no nos queremos desilusionar”. “Estamos esperando ese informe”, dijo.

“Dios quiera que sea ella, para que Inés pueda descansar en paz”, confesó Trimarco en alusión a la madre de Fernanda. Y agregó que “ella siempre me decía que estaba viva”. “Están investigando”, reiteró y consideró que “hay que tener paciencia”.

Cabe recordar que la madre de Aguirre, María Inés Cabrol, falleció el pasado 11 de mayo a causa de una enfermedad, y sin conocer el paradero de su hija.

En cuanto a las mujeres rescatadas, Trimarco informó que se trata de ocho latinoamericanas, de las cuales cinco son argentinas: “A las chicas las tienen resguardadas, la justicia está trabajando”. Según estimó “entre hoy y mañana” van a tener datos más precisos.

Por otro lado, se refirió al juicio por la desaparición de su hija, Marita Verón: “Espero que ahora empiece a cambiar la cosa. Se viene el juicio de mi hija”. Al tiempo que aseguró que todavía “sigo luchando”.

“Cuando a Marita se la busco en España, se recuperaron en esos allanamientos primero 26 y luego 19 chicas y eso esta dentro de la causa”, destacó y contó que por ello viajó rumbo a España y “traje copias del expediente porque eso no estaba documentado porque el juez nuestro, como no la habían encontrado a Marita, no le interesaba ningún tipo de información”.

“Espero que con toda la información y pruebas de los trece procesados elevados a juicio que hay en el expediente, hagan lo que tengan que hacer”, sentenció.

Según precisó, el juicio comenzará entre los meses de febrero y marzo, y durara aproximadamente todo el año, ya que son 65 testigos que deben prestar declaración, tratándose precisamente de “chicas recuperadas que la vieron a Marita”.

“Voy a tener el acompañamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que me hizo lugar en la causa. Van a mandar veedores para ver como se manejan en el juicio”, finalizó.

viernes, 18 de marzo de 2011

MANUAL DE LA BUENA CONDUCTA 1


Aquí encontrara la manera de saber que se debe o no hacer ante circunstancias cotidianas de la vida.
En el día de hoy, trataremos un problema común entre los individuos “no lo tolero pero paga las cuantas; el tiene una vida favorable a cuanta de mi sacrificio diario”.
Por si todavía no lo noto, estamos hablando de su “jefe”, “director”, “regente” o de aquel que esta un escalafón más arriba.
A lo largo de la vida, uno se encuentra en demasía con personas sin talentos, que ocupan por ejemplo, el lugar que usted sabe que se gano pero como también sabe, al ser un “don nadie” le toco a otro; a ese infeliz que no sabe ni para que esta ahí, pero que lamentablemente esta, y por lo tanto debemos respetarlo.
¿Respetarlo? No, no solo debe usted respetarlo, sino que también debe alentarlo, porque estos individuos carecen de autoestima, y esta es la parte, probablemente, mas tediosa…
_Pérez, como está este proyecto para usted.
_mire señor, yo lo estuve leyendo y…
_Pérez, no me cuente su vida hombre! Le pregunte qué le parece.
Y es aquí donde nos detenemos, Pérez esta por cometer un gran error, ser sincero, cosa que su jefe no necesita. Lo único que quiere este ser desagradable es un …“esta perfecto señor”…, en lo posible acompáñelo una palmada en la espalda, y a otra cosa.
Es lógico que no lo entienda, a usted le enseñaron a no mentir, a ser sincero, pero en algunos casos la sociedad nos obliga a no serlo.
Ejemplificando, usted se quedo dormido, no porque se fue a disfrutar de la vida, sino que se quedo dormido por que se quedo leyendo el nefasto proyecto de su jefe, tratando de encontrarle algo positivo.
Hoy no sonó el despertador de este malévolo aparatejo llamado celular, y seguramente usted diga, suena a cada segundo, no me deja en paz a lo largo del día, pero cuando necesito que suene, no suena!.
No se desespere, es una reacción lógica en el marco de lo privado, y pensando en que es viernes, decide poner una actitud positiva, y sale a enfrentar su karma.
Como todos los días, se toma el colectivo, que lo deja en el subte, que lo lleva a otro colectivo, que lo deja aproximadamente a 10 cuadras de su lugar de trabajo.
Por lo general, le da tiempo a una bocanada de humo, pero claro, hoy usted se quedo dormido y por ende no hay lugar a los placenteros pecados de la vida.
Ingresa a su lugar de trabajo, rogando no cruzarse con su jefe, pero como era de esperar, le está rezando a un santo equivocado, y el destino lo pone justo en frente de su camino.
_Quiere una taza de café Pérez?
Este definitivamente podría ser un día favorable, usted no desayuno, y su director está teniendo un gesto de cortesía.
_ Gracias señor, se lo acepto.
_Con azúcar Pérez?
_ Si seños por favor, con 2 cucharaditas de té para mí está bien.
_ ¡No sea pretencioso Pérez!, y tómelo amargo.
Y claramente, aunque le cueste sumirlo, usted ya lo sabe, su regente es un soldado del capitalismo, y como tal le hace creer que lo cuida, lo comprende, lo premia con un café, pero la verdad es que le importa un bledo su bien estar.
Lógicamente, al gesto del café, lo acompaña con un…
_ ¿Cómo le está yendo Pérez?
Y si, ya se, usted tiene ganas de decirle lo espantoso que le va, pero diplomáticamente y respirando profundo usted tiene que responder…
_ Excelente señor.
Esta es una buena oportunidad para acercarse laboralmente, así que no pierda la oportunidad de preguntar…
_ ¿Y a usted señor?
A lo que este responde.
_ Como el culo Pérez, como el culo.
No entiende de qué se queja. Esta ocupando un lugar que no le corresponde, tiene el 0 km estacionado en la puerta, vive a 3 cuadras de su lugar de trabajo, y en todo le lleva una ventaja. Pero mirándolo del lado positivo, usted no tiene poder y por ende no está contaminado; por otro lado no tiene la presión de manejar, ni de ser el centro de atención por el rol que ocupa, en conclusión, no tiene nada. Así que deje de quejarse, ponga su mejor cara, y siga tolerando que algún día, alcanzara su meta.

M. ALEJANDRA ORLANDI