martes, 15 de marzo de 2011

POBREZA, M.ROSA PUPPO


Como una granada de jardín

el sol se maduraba en los cristales;


mejillas de arrebol, bracita aún humeante


duerme solito el niño, sin su madre.






Ruidosos y harapientos, sus hermanos


descalzos juegan y gritan en la calle;


pelo pajizo, costillitas al aire


de tan flaquitos ¡ay!, la ropa se les cae.






Un trapo cuelga, donde fuera la puerta


vacío el aire, rezuma de tristeza;


con tanto niño, la madre prematura


está en el hospital, tratando de curarse.






No hay remedio que cure


las barrigas hambrientas;


ni plan que recupere

MARIA ROSA PUPPO

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